Hace algunos años enfrenté una enfermedad muy fuerte que me llevó al límite y me obligó a vivir con una estoma durante casi dos años. Hubo dolor, miedo y cicatrices… pero también una gran lección: comprender lo verdaderamente valioso en la vida, especialmente nuestros hijos, y replantear mi propósito. Hoy siento esa experiencia como una nueva oportunidad y quiero usarla para sostener, enseñar y acompañar a mi hija y a otras mujeres que desean salir adelante.
Estoy convencida del poder, la capacidad y la importancia de la mujer en todos los ámbitos. Creo que no existe nada que no se pueda alcanzar, cambiar o superar cuando hay compromiso y disposición de trabajar por ello.